jueves, 31 de diciembre de 2009

Luna azul


Terminamos el año en luna azul. Es algo simple, la segunda luna llena en un mes. Si alguien necesita más datos que vaya aq. Es un fenómeno poco común. Recuerdo a alguien que me dijo que por lo rarita que era lo más probable es que hubiera nacido en luna azul. Nací en una luna llena normal con ojos "blue".



Habitualmente el idioma inglés me parece bastante pobre, casi matemático, pero todas las lenguas tiene su algo mágico. "Blue" puede significar tanto "azul" como "triste". Que la luna de hoy solamente sea azul en español para todos vosotros y el año nuevo traiga todos los colores del mundo. Feliz año.

martes, 29 de diciembre de 2009

Un hombre sincero

Una vez conocí a un hombre que nunca mentía. Eso no le convierte en buena persona ni en un ser excepcional. Se puede no engañar nunca y ser un auténtico hijo de puta. Él se creía fuerte. Era fuerte. Pensaba que tenía una especie de don. Jamás se preocupó mucho de los demás. Sabía que el resto de la gente miente bastante y le divertía poner trampas para desenmascarar a los fabuladores. Administraba el desprecio con maestría y no le daba pena nadie. Yendo en el metro me dijo un día: "El desprecio de frente, la compasión no es más que una mentira que esconde el mas grande de los menosprecios". Si no hubiera sido mi jefe, le habría contestado que su honestidad no hacía otra cosa que granjearle grandes cantidades de enemigos que utilizaban su mejor arma contra él, que se negaba a usarla aunque fuera necesario. Ya he dicho antes que era un tipo duro, las falsedades que encontraba en los demás no hacían más que reafirmar su manera de ser. Parecía inmunizado.

Cambió de empresa y no le he visto en años. Me alegré de tenerle lejos porque con una persona así cerca nunca puedes estar tranquilo. Tampoco se está tan mal con los compañeros clavándote cuchillos en la espalda siempre que las puñaladas no duelan. No es necesario tener a alguien que te vaya informando de la cantidad de sangre que vas perdiendo con cada una.

Ayer llovió a cántaros. Esperaba a que el semáforo se pusiera en verde bajo mi paraguas sin saber aún que en breve volvería a ver a aquel tipo. Estaba mirando al suelo calculando ponerme lo bastante lejos de la carretera para que los coches no me salpicaran a su paso. Di un paso atrás para asegurarme más de no llegar chorreando a casa, cuando noté que empujaba a alguien. Me di la vuelta para disculparme y, cuando estaba poniendo mi sonrisa de chica desvalida, vi que era él. Estaba hecho una sopa.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Acostarse con Hank

Mi palabra parece que no vale demasiado, así que ya estoy aquí de nuevo con las preguntas de siempre y sin ninguna respuesta. He vuelto a leer al viejo indecente. En cada novela o relato te identificas con Chinaski y desaparece la repulsión que se siente al principio hacia él. Un día pasa algo y ves que no eres Hank. Te pareces más a una de las histéricas a las que se folla y abandona.

sábado, 17 de octubre de 2009

Hasta luego

Ochenta y ocho entradas y parece que llegó el momento de aburrir y aburrirse. En esos casos lo mejor es irse silbando bajito. Iba a hacer un resumen de todo lo que vino y se fue en este tiempo, pero después de pensarlo diez segundos decidí que nada valía la pena ser mencionado, así que sólo me queda desear suerte a quien la necesite y dar las gracias y un beso a todos los que se pasaron por aquí.

lunes, 12 de octubre de 2009

Untitled


Después de la quinta cerveza sentí que ya no me consolaba ser el mejor de los dos. Antes de la sexta te pedí que te fueras por si acaso te dabas cuenta de que quizás eso no era cierto.

miércoles, 7 de octubre de 2009

De dolores

Uno empieza a hacerse viejo en el momento en que un nuevo dolor no sustituye a uno antiguo, sino que se suma a él.

Generalmente no me duele nada. No sé lo que es un pinzamiento en la espalda ni una migraña. Jamás me he roto un hueso ni he tenido que pasar por quirófano. Hará como una semana me fui fastidiar el tendón de Aquiles, que ya tiene huevos fastidiarme justamente una parte mitológica del cuerpo. Juzgué que era una molestia soportable y seguí con la rutina de ejercicio físico. Pocos días después, gracias de nuevo al saludable deporte, me agarré el peor ataque de agujetas que nunca pude imaginar. Al andar me rabiaba la zona del tendón, al intentar sentarme todos los músculos implicados en el movimiento me hacían saber que estaban ahí a través de insoportables pinchazos. Cada vez que me movía no lograba reprimir un gemido o un término malsonante. El pie, los muslos, los glúteos y vuelta a empezar. Todo un ciclo de dolores diferentes, sin descanso. El cabreo desaparecía según pasaban las horas y se transformaba en algo mucho más parecido a la tristeza.

Por supuesto que ya estoy bien, pero sigo asustada. Es mi primera experiencia de "polidolor" físico y lo pasé mal. De un tiempo a esta parte noto que otro tipo de padecimientos también se pueden sentir conjuntamente. Ya una ausencia no viene a sustituir a una anterior y se acumula a la primera.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Jugar

Yo nunca había conocido a un verdadero jugador y me dijeron que aquel hombre que desayunaba en la mesa de la esquina cada día, cada noche perdía lo que no tenía en partidas de póker. Esta mañana cuando llegó ya estaba ocupada su mesa y se sentó a mi lado en la barra a degustar su cortado diario.


Soy bastante despistada y siempre termino metiendo en el bolso mecheros gastados. Después de seis intentos para encenderme el cigarro, el tipo, sonriéndome, me ofreció fuego y me dijo: "Fumar es malo". A lo que yo le respondí que jugar también lo era. Sin asimilar todavía la bordería que había salido de mi boca agaché la cabeza y escuché como aquel señor empezó a reír de manera bastante escandalosa. Después le dio un sorbo a su café y ya con el gesto serio me contestó que lo verdaderamente pernicioso no era jugar sino perder. Según mi inesperado compañero de desayuno, uno se enganchaba al juego perdiendo. Me explicó que retirarse cuando se gana es muy fácil, sólo hay que levantarse de la mesa y recoger las ganancias. En su opinión nadie era lo suficientemente valiente como para coger la chaqueta y dejar las cartas en la mesa cuando se va perdiendo. A todo esto, a mí ni se me ocurrió volver a abrir la boca ya que, como dice una amiga mía, cada vez que hablo sube el pan. Pensé que había dado por terminada la conversación cuando, sin levantar los ojos de su taza, volvió a la carga con la siguiente sentencia: "Hay dos tipos de jugadores: los que ganaron alguna vez y siguen apostando con la esperanza de conseguirlo de nuevo y los que nunca ganaron y no se resignan a pasar por esta vida sin saber lo que es tener una buena mano". No me aclaró a cuál de ellos pertenecía el, ni yo, en un ataque de prudencia, me atreví a preguntárselo.

Pagué su café y el mío y salí a la calle sin apenas despedirme, un poco por vergüenza y un poco por sentirme derrotada después de su exposición. Seguimos jugando supersticiosamente después de cada derrota esperando el momento enel mundo se equilibre y nos devuelva lo que perdimos. Lamentablemente cada partida es independiente. Una vez que se han barajado las cartas la cuenta empieza de cero.

sábado, 26 de septiembre de 2009

De principios




Un comienzo siempre parte de un final de otra cosa pero un final no siempre es el preludio de un nuevo principio. Por ahí estoy frente a algo nuevo o simplemente dejo de lado algo para aventurarme en estepas vacías y secas.

La canción que he agregado a la entrada la elegí porque su autor la usa de despedida en los conciertos y porque justo una de esas veces provocó un doble principio para mí aunque la oyera otro.

Siento si me pongo cansina con las vueltas que le estoy dando a finales y principios.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Bluebird


A menudo queremos pensar que está ahí dentro de nosotros o del otro. ¡Vaya usted a saber!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Puños fuera

Debe ser que algún dirigente de la derecha española tuvo estos días un ataque nostálgico y le dio por ver la reposición de Mazinger Z porque últimamente las gentes del P.P. andan repitiendo la frase del famoso robot a diestro y siniestro. Todavía no se les ha pasado la manía persecutoria y ya la han pillado meona con otra cosa. A ver, corazones, que yo tampoco tengo alternativas para levantar esto que se llama situación económica y aún así no ando buscando gigantes ni en molinos ni cuando contesto una llamada ni cuando veo un puño en alto. Venga va, si ustedes creen que con un sueldo de 800 euros, que es menos de lo que cuesta mensualmente la hipoteca de un piso proletario, debemos llamarnos clase media "pos vale", pero es que ahora quieren que andemos con las manos en los bolsillos. Aceptemos que el gesto es antiguo, siendo este un argumento algo contradictorio teniendo en cuenta su ideología. Ahora, de ahí a que me digan que si levanto el puño harta de hacer entrevistas de trabajo y de no llegar a fin de mes me convierto en algo parecido a un fascista... Aparte, que seguro que alguno de los antiguos integrantes de su partido se revolverá en su tumba pensando en un decente fascista con el puño en alto, y quien dice tumba puede decir también escaño.

La semana pasada me compré uno de estos gatitos chinos de la suerte. Me hacen gracia esas horteradas y, aunque es feo como el demonio, lo coloqué en un sitio de honor en la estantería. Yo que soy de esa gente que tiene la desgracia de que cuando habla sube el pan, imaginaos las consecuencias cuando se me ocurre llevar a cabo alguna inocente acción. Resulta que mi gatito es un comunista trasnochado con su garrita levantada. Cualquiera le explica a esos señores que sólo es un muñeco feísimo que se supone que atrae la buena suerte. Tengo miedo de que un día aparezca un comando buscando una conspiración judeo-masónica-roja y secuestren a mi dorado amigo, argumentando encima que es un elemento exportado por el partido comunista chino para infiltrar sus ideas en el mundo capitalista. Esta noche no duermo. Ya estoy acostumbrada a ser un elemento políticamente incorrecto pero me niego que declaren enemigo del sistema a mi felino de la patita inquieta.

lunes, 31 de agosto de 2009

Y punto


Don Julián, maestro de primaria, me enseñó que uno no puede relajarse en el momento de terminar una historia pues corre el riesgo de estropearla. Había un concurso de redacción de esas con límite de palabras. Yo, que sabéis que me suelo enrollar bastante, rebasé dicho límite cuando todavía no tenía clara la conclusión del cuento. Tenía que concluir en una línea y desenredar en esa corta extensión cada una de las tramas. No se me ocurrió otra cosa que llevar la historia al terreno onírico y acabarla con un simple: "se despertó y se dio cuenta de que todo había sido un sueño". Mi bigotudo profesor vino a entregarmela con cara de querer matarme. Se me acerco mucho y me dijo que era un final mediocre y que se notaba que no había sabido resolverla. Le contesté que era la única opción que había para que tuviera un final medio coherente y que no podía soportar que quedaran cabos sueltos en los finales. Me volvió a repetir: "has estropeado toda la historia" y se fue sin decir nada más.

Con el tiempo aprendes que muchas frases terminan con puntos suspensivos y que la mayoría de asuntos se diluyen sin poder discernir la mayoría de las veces el momento exacto en que dejaron de existir. Me molesta profundamente eso de la disolución, igual que me revientan las canciones que llegan al final con una repetición del estribillo cada vez con un volumen más bajo. Estoy de acuerdo con mi ex-maestro en eso. Un final flojo destroza cualquier cuento, por más brillante que sea su argumento. Al contrario que él, prefiero un punto claro y mediocre que dejar frases sin terminar. No siempre es fácil trazar ese punto final, sobre todo cuando el otro se encuentra más cómodo repitiendo la misma frase hasta que carece de sentido aunque tenga el mismo interés que uno en sacarse de encima la historia.

lunes, 24 de agosto de 2009

El fúrbol es asín

El del fútbol es un mundo lleno de tópicos y lugares comunes. Saturado de Ronaldos (Cristianos o no) Etoos y otros ases de la vida "choni" y "reggaetonera". Vamos, que la mayor parte del tiempo es bastante aburrido. De vez en cuando aparece gente que hace que vuelvas a mirar la tele cuando hay partido. Por poner sólo un par de ejemplos se me vienen a la cabeza Redondo y Guardiola, que además jugaban en la misma posición distribuyendo el juego con bastante elegancia. Como todo el mundo sabe el catalán es el brillante actual entrenador del Barça. El otro día en una rueda de prensa le preguntaron si pretendía volver a ganar Liga, Copa y Champions este año. Respondió lo de siempre, que era terriblemente complicado y que ojalá. A punto estaba de cambiar de canal cuando escuché que decía lo siguiente: "La estrategia es la misma, pensar siempre en el próximo partido" Sencillo, típico y acertado al mismo tiempo.


Me recordó la época escolar, cuando la vida se distribuía en semanas y por no pensar más allá ni nos agobiaban los exámenes finales. Siendo adultos nos buscamos mil exámenes finales que aprobar o ligas que ganar. Nos creemos más importantes pensando que estamos aquí con un objetivo, con un trofeo que ganar. El resultado que conseguimos normalmente es que las semanas, los meses y los años pasen volando y los calculamos según la distancia que nos separa del objeto de deseo. ¿Qué hicimos durante todo ese tiempo? Ni idea o posiblemente nada que nos haya hecho estar más contentos. Todo esto es para justificar por qué no me pareció tan banal la conocida filosofía del próximo partido. No todos podemos fichar a un crack ni tener de nuestra parte a los árbitros ni siquiera jugar en primera. Como somos infantiles, cada uno de nosotros sueña con ganar la Champions, cosa que nos evade de ver que tenemos enfrente cada semana un equipo mediocre y que, para colmo, la mayoría de las veces no estamos a su altura.

A estas alturas del año aquí estamos en pretemporada. Torneos de verano, partidos amistosos y poca cosa más. Sé que el comienzo del campeonato está a la vuelta de la esquina, pero también sé que si te olvidas de que estás aquí para jugar, estás jodido. Mañana igual toca jugar en cesped artificial contra un equipo de pueblo. No voy a decir que no importa el rival porque sería mentira, aunque tampoco voy a negar que estamos aquí para jugar el próximo partido y poco más.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Las vacaciones de Manuel


Posiblemente no os acordéis de mi amigo Manuel. Era aquel chico que cuando tenía que elegir se quedaba más inquieto por lo que no había escogido que contento por tener aquello por lo que había optado. Después de la rebelión de su padre y la emancipación de su madre pensó que lo mejor que podía hacer era olvidarse de sus coqueteos con chicas orientales y centrarse en su novia que, al fin y al cabo, era quien le soportaba pacientemente cada día y le daba tranquilidad cuando la precisaba e intensidad cuando el cuerpo le pedía fiesta. Hace unos meses que Manu es un novio ejemplar. Un día me lo encontré cuando bajaba del autobús y me propuso sentarnos en una terracita con una cerveza fría para ponernos al día de nuestros avances o retrocesos vitales. Me puso al corriente de su renovada pasión por su pareja y nos reímos bastante de historias pasadas. Estaba sorprendida de verle centrado y feliz al mismo tiempo, ya que en su caso nunca estos adjetivos suelen coincidir en una misma frase.

Hoy he recibido una llamada suya. Oficialmente me llamaba para felicitarme por mi santo. Ahí ya me he puesto en alerta porque a mí nadie me felicita este día, más que nada porque mi onomástica no es un día señalado y además está demasiado próximo a mi cumpleaños. Así que le agradecido amablemente que se acordara y después directamente le he preguntado qué le pasaba. Normalmente no se llama a los amigos cuando uno está con su pareja en plenas vacaciones románticas. Como es habitual en estos casos en que te preguntan de manera poco sutil, me ha contestado: "Nada". Los "nada" como respuesta suelen acarrear una larga conversación, de modo que he ido a servirme algo de beber, he encendido un cigarro, me he sentado y le he dicho que ya podía ir soltando lo que fuera.

Para no extenderme mucho iré al grano. El tío estaba absolutamente confuso. Sonia, su chica, se había vuelto distante, un tanto fría quizás. Dicen que donde hay confianza da asco y, para hacer trabajar al refrán, sin andarme con rodeos le he preguntado si estaba así porque lo tenía en dique seco, bah, honestamente la frase ha sido: "¿Qué pasa? ¿La niña te tiene sin mojar?" En ese momento va y se me pone a llorar. Entre sorbida de mocos y suspiro le he podido entender que no era eso y que, en realidad, si pensaba en lo que es justo, se lo merecía. El siempre ha sido peculiar en su relación, por no decir un cabrón redomado y ahora, estando en el otro lado se sentía por un lado un desgraciado y por otro, a lo mejor porque recibió una educación católica, tenía la sensación de estar soportando el castigo por su comportamiento anterior. Me saca de quicio esa actitud de resignación cristiana. Por supuesto que es justo que reciba su merecido por las veces que ha hecho que ella se sintiera despreciada, pero como no creo en purgatorios ni en penitencias que llevan al cielo, le he pedido que haga ya mismo las maletas y mañana me lo saco de fiesta y, con suerte él se lleva a casa una oriental mona para pasar la noche y yo algún tío que no sea medio gilipollas.

lunes, 17 de agosto de 2009

Simple conclusión

Que si me gusta o no me gusta.
Que si le gusto lo suficiente o no.
Me da exactamente igual porque ahora sé algo importante:
me gusto.
Y punto.

domingo, 9 de agosto de 2009

Necesito

un poco de aire, varias respuestas y un camino.

viernes, 7 de agosto de 2009

Órdago a chica

Una vez me intentaron enseñar a jugar al mus. En esas tardes de verano, césped y cerveza que se hacían cortas pero que al llegar a casa casi te sentías como después de un viaje iniciático. Para los que no sepan qué es, diré que es un juego de cartas que tiene bastante similitud con el truco, más habitual en América del Sur. Bien, mi apreciado maestro y pareja en este juego se rindió después de haberme hecho recordar todas las señas y reglas porque yo, a la primera de cambio y sin apenas mirar las cartas, lanzaba un órdago sin previo aviso. Normalmente en el juego somos más nosotros que nunca. Ahí salen a relucir nuestras tendencias, inseguridades y verdadera personalidad (si acaso la tenemos). Aunque jamás he conseguido jugar una partida de mus medio en serio, lo de lanzar órdagos a diestro y siniestro lo sigo haciendo, especialmente en momentos de pánico, cuando cualquier estrategia no haría otra cosa que prolongar la agonía de la incertidumbre.


Esta semana ya he echado mi órdago de rigor. Por desgracia, el contrario está retrasando el momento de mostrar sus cartas. Mañana parece que va a ser el día. La suerte está echada (pondría la expresión en latín pero es que nunca me he llevado bien con ese lengua muerta ni sus gentes muertas). Los que más o menos me conozcan sabrán que a menudo juego de farol.

martes, 4 de agosto de 2009

Ahí voy de nuevo

Que lleguen estas fechas y que yo empiece a hacer barbaridades suele venir de la mano. Lo mío es superación personal, ¿podré mejorar la marca de este año? En fin a veces hay que darle a la gente lo que pide para que se decepcione en serio. Nunca falla.

Encima voy a tener que restringir mi vocabulario porque palabras como "nunca" en mi caso suelen ser mentira.

domingo, 12 de julio de 2009

Irse


Habrá que volver en algún momento, digo yo. Desde Ulises a Pulgarcito el verdadero peligro siempre ha estado en el camino de vuelta.

martes, 30 de junio de 2009

Bienvenido

Es 30 de junio. Se nos ha presentado con más de una semana de adelanto. Como no creo que hoy pueda verlo, ya que estará demasiado exhausto incluso para abrir los ojos, le informaré de que hace un sol estupendo y bastante calor. De momento le voy a llamar de usted porque me da a mí que va a ser un señor importante y, además, las personas con poco pelo, arrugadas y sin dientes me imponen bastante respeto. Supongo que no me conoce aún, así que le diré que cuando vaya a verlo yo seré la que se niegue a cogerle en brazos y le mire con un poco de distancia (por lo del respeto de antes). Le comento que ya es usted el tercero de la segunda generación de la banda del pfff. Eso ya lo entenderá cuando soporte nuestras interminables reuniones.


A ver, que me descentro, yo le hablaba para explicarle un poco cómo está la cosa, que cuando uno llega nuevo a un sitio, se agradece. Con su familia ha tenido suerte, no son gente rácana, especialmente cuando se trata de dar cariño, y además creo que se va a divertir bastante en esa casa. Saque el cuaderno de apuntes un momento que tengo que hacerle una advertencia muy importante: ya sabrá que tiene un hermano, pero, y esto es vital para su supervivencia, no haga demasiadas monerías en su presencia por si se pone celoso. Con los más cercanos no creo que se vaya a encontrar más problemas. El resto de la gente es otro tema, aunque como venga alguien a tocarle las narices ya saldremos al paso, que nosotras, cuando nos ponemos, damos miedo. Así no va a haber quien se atreva a molestarle.


Ahora debería contarle como está ese lugar al que viene. Póngale Madrid, España o , si quiere, hablaremos de mundo, que ahora todo está muy globalizado. ¿Sabe qué? No le voy contar un montón de tonterías sobre cosas que le pillan muy lejanas y que, sinceramente, no le importan a nadie. Al menos para todos nosotros su llegada es el titular del día y no estamos para más historias. Total, que toca darle las gracias porque nos ha hecho bajarnos del mundo un ratito y disfrutar de lo que realmente es la vida: cosas como tú (perdón, ya no me sale el “usted”).

miércoles, 3 de junio de 2009

Haciendo ejercicio

"Parecía especializarse en causas perdidas. Perderlas primero y después largarse atrás como un loco. "
Cap. 31

Y si das una buena ventaja nunca llegarás. Si el que nace gilipollas...

jueves, 28 de mayo de 2009

De conejos

Ayer como a estas horas estaba tomando un café en un centro comercial y justo enfrente había un cine donde se proyectaba esta película:

Sí, por el título es claramente una comedia, aunque a mí me parece un engaño porque es una romántica cuando por el título pareciera más bien referirse otra cosa, o sea, a esta. Por una simple asociación me acordé de este local que vemos siempre en la carretera de Andalucía de camino al pueblo. Suelo bromear sobre la posibilidad de pedir trabajo ahí, lo que no suele ser aceptado por algunos miembros de la familia.

Reflexión: ¡qué animales mas simpáticos los conejos!, por lo menos los tres que estábamos sentados enfrente del cartel de la película tomando un café y hablando de animales con pelo y sin pelo.


La Loles tenía un conejo chiquitito y juguetón
Que a los diecinueve años a su novio le enseñó,
Y el novio que era hortelano y vendía muchas coles,
Guardaba los tronchos gordos p’al conejo de la Loles.

Tradición popular

sábado, 23 de mayo de 2009

El futuro


Como buena ingenua, adoro las historias de ruptura, incendios, nuevas vidas y punto final. No hay mejor momento que ese breve instante que se sitúa entre el fin de algo y el principio de otra cosa. Es el segundo inexistente, donde un ojo mira satisfecho la puerta que uno decidió cerrar de golpe y el otro proyecta un viaje repleto de nuevos paisajes. Desde hace bastante tiempo sólo me permito ver el futuro como continuación, no lo visto con un traje brillante de nuevos comienzos. Es un vicio como otro cualquiera, igual que siempre nos preguntamos por qué hacer algo y nunca por qué no hacerlo. Por supuesto que no soy una lumbrera, así que encontrar respuestas no me resulta fácil, de modo que mañana me preguntaré "¿por qué no?"y así, aunque se quede la pregunta sin responder, podré soñar con ingenuas historias de ruptura y no tendré una razón para no hacerlo.

lunes, 18 de mayo de 2009

Chau, viejo

y gracias por todo.


miércoles, 13 de mayo de 2009

A y B

En la vida siempre es más cómodo tener una vía única que seguir. Si hay dos, la cosa se complica. Mentira. Mientras se mantienen abiertos dos caminos nos sentimos reyes. Digamos que tenemos el camino A y el camino B. Ya desde el momento de asignar las letras estamos eligiendo. Nos resistimos porque no queremos cerrar B, pero esta elegido: queremos el A. Un día, por hartazgo o porque no sabemos caminarlo, se nos cierra A. Bueno, ya sabíamos que era difícil, quizás por eso mantuvimos operativo B. Cuando sólo nos queda un camino nos sentimos fracasados, así que lo más probable (en mi caso) es que gane el orgullo y dinamite el paso a la segunda opción para no continuar por ahí. Aunque el primero sea una guerra perdida, tampoco tenemos asegurada la victoria en el segundo y perder dos veces seguidas puede ser un golpe demasiado duro. Peor es nada. Qué se yo.

A, que te den.
B, que te den (por si acaso).

martes, 5 de mayo de 2009

Recuerdo que olvido

Con frecuencia me olvido de cosas. Bueno, en realidad lo que se me suele olvidar es la gente. Lo malo es que, pasado el tiempo, me acuerdo de que olvidé y me siento culpable. Mejor ni hablamos del cabreo que me agarro si me doy cuenta de que la que pasó al olvido del otro soy yo. Debería tener en cuenta que los demás también tienen derecho a olvidarse.

jueves, 23 de abril de 2009

Francamente, querido,...


Nunca me había sonado sincera esa frase del bigotitos. Ahora sí. Incluso yo podría decirla en este momento sin mentir. Me queda una duda: después de decirla, ¿se siente uno liberado o aplastado?

lunes, 13 de abril de 2009

El hombre que sabía querer

No siempre ha sido fiel a su mujer y sin embargo la adora y la hace feliz. Es tierno con los dos niños, aunque a veces trata de quitárselos de encima. Su don es que es un virtuoso del amor. Esto tiene las ventajas de cualquier otra virtud, ahora, creo que él no la cambiaría por librarse de su barriga, por tener más dinero o por ser el tío más inteligente del mundo. No sé cómo lo hace, pero sabe tocar la tecla justa sin ser un gran orador, poniéndole su punto obsceno cuando hace falta. Simplemente quería dejar constancia de mi admiración por este hombre. Los que no poseemos la facultad de querer del modo correcto sabemos que está muy por encima de nosotros. Espero que no se me malinterprete. Yo quiero, incluso a veces amo. Lo que pasa es que mi cariño es caótico, inestable, posesivo cuando no debo y liberal en el momento más inoportuno. Recojo firmas de otros incapacitados para que este señor sea contratado por alguna universidad y pueda dar un ciclo de conferencias sobre el tema.

sábado, 4 de abril de 2009

¿Tú te lo haces?


No, no. No es eso. Eso supongo que sí te lo haces. Digo que si te haces el tonto, el intelectual, el sensible, el de vuelta de todo, el tipo duro o cualquiera de los personajes que puedes reconocer. Sí, hay personajes que usamos como la ropa, porque no estaría bien visto ir en pelotas por la vida. Es más, generalmente con cuando más nos disfrazamos es cuando estamos con el hombre o la mujer con quien nos revolcamos desnudos. Instinto de supervivencia podríamos llamarle. De lo contrario, cada uno que pasa por nuestra cama nos robaría pedacitos hasta dejarnos sin piel con la que taparnos.

La mayoría de los que lee esto conoce los papeles que suelo interpretar, incluso hay quienes los distinguen y tratan de quitarme el maquillaje a escupitajos. Por más esfuerzos que hagan es prácticamente imposible que me vean a cara lavada. Yo no soy la mujer rayos X así que tampoco puedo traspasar disfraces ajenos, es más, a veces cuando se detecta un agujero es mejor mirar hacia otro lado. Como estoy en pleno ataque nudista, os diré que yo si me veo algunas veces desprovista de todo artificio y, reconociendo que no me disgusta del todo lo que veo, tengo que decir que tiene mucho menos encanto que cualquiera de mis personajes.

Resumiendo, yo sí me lo hago. Y tú también.

domingo, 29 de marzo de 2009

¡Mujeres!

A otras les pongo exclamación. A Rosenvinge con su extraña trayectoria y a Watling en su impecable camino. Si tengo que elegir a alguna que me susurre al oído, que sea una de estas:




miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Mujeres?

Hace años le dije a un amigo que me recomendara algo para leer. El tipo me dijo que le diera a Bukowski. Así lo hice. Elegí "Mujeres". Cuando iba por la mitad de la novela tenía ya un encabronamiento monumental y estaba deseando hablar con mi colega para decirle que qué tipo de manifiesto machista me había recomendado. Lo más me enfadaba es que no podía dejarlo y hoy día creo que me he tragado toda la obra del "viejo indecente". Cuantos más seres extraños de esos que se hacen llamar "mujeres" conozco, más de acuerdo estoy con Hank/Charles y menos las entiendo a ellas. En resumen, cada día que pasa me siento menos mujer. Algunas veces estoy a punto de agachar la cabeza y reconocer que todo lo que nos pase nos lo merecemos y aceptar el rol de perrito faldero del macho. Así por lo menos no me sentiría extraña. Tendré que ensayar pucheritos, pose de chica desvalida y mirada de admiración ante el hombre que quiero que me proteja y cuide de mí. Después de mucho esfuerzo, mucha bilis tragada y una úlcera sangrante en el estómago, a lo mejor consigo sentirme mujer.

martes, 24 de marzo de 2009

Te echo tanto de menos...

como antes te echaba de más.


No siempre son personas. La diferencia entre echar de menos y echar de más es sólo la presencia.

martes, 17 de marzo de 2009

Versos

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
Jaime Gil de Biedma. Completo aquí.




El cuerpo me pedía versos hoy. Los dos primeros los escuché casualmente esta tarde. El poema de Alberti de la canción lo había escuchado siempre de Serrat y, buscándolo, encontré esta versión aflamencada. Daría otros porqués de la elección, pero, sinceramente, no me apetece explicar. No os emocionéis Oda y compañía que yo sigo siendo más de prosa, ¿o, mejor dicho, prosaica?

domingo, 15 de marzo de 2009

Locura

Meester snyt die Keye ras, myne name is lubbert das


La Extracción de la Piedra de la Locura era una supuesta operación quirúrgica realizada durante la Edad Media. Según los testimonios escritos, consistía en la extirpación de una piedra que causaba la necedad en el hombre, la suprema estupidez. Los testimonios dan a entender que algunos casos que realmente se ejecutaron tenían el carácter de una lobotomía. En la práctica más frecuente, esta extracción era un rito simbólico que el curandero realizaba sobre el paciente, para curarle de la estulticia. El Bosco plantea la escena en un círculo, rodeado por una leyenda en hermosos caracteres góticos: "Maestro, quíteme la piedra, me llamo Lubbert Das". Este nombre es un tópico en la cultura neerlandesa para designar al culmen de la estupidez humana. Además, el personaje que le opera lleva en la cabeza un embudo, tal vez alegoría de la locura, y está acompañado por dos religiosos, un clérigo y una monja, que lleva sobre su cabeza un libro cerrado; esto nos inclina a pensar que sean alegorías de la superstición y la ignorancia, de la cual se acusaba frecuentemente al clero. Este tema, unido al formato circular que podría remitir al de un espejo, parecen arrojar al mundo la imagen de su propia estupidez al desear tan erróneamente superarla.
Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es

En el cuadro, la piedra resulta no serlo, lo que extrae el sabio es una flor que simboliza el dinero que ha estafado con esa “curación”. No es el cuadro que más me impacta de El Bosco ya que, como no soy una entendida en arte, el que me sobrecoge es el famoso tríptico de “El jardín de las Delicias”. Pizarnik tiene una obra que también se llama “Extracción de la piedra de la locura”, pero como me desconcierta un poco esta mujer sólo dejaré este enlace por si queréis escuchar algo.

Bueno, todo esto venía a que este ¿blog? comenzó hace unos meses con un entrada que tenía por título “Lucidez“. Nada que mejor que cerrar con locura un ciclo que comenzó con lucidez. ¿Qué depara el próximo giro? Ni idea. Además, es lo que tienen los círculos, que una vez que estas recorriéndolos nunca tienes claro donde empiezan y terminan, solamente puedes seguir caminando sobre su infinita curva. Veremos con qué inauguro la siguiente vuelta (se aceptan sugerencias). Yo, con que la fuerza centrífuga eche fuera lo que ya no quiero, me conformo. De momento me quedo con mi piedra y pobre del tonto con embudo que sea crea con derecho a sacármela.

martes, 10 de marzo de 2009

El panda y la mentira


Solemos acordarnos del primer día de colegio, la primera vez que besamos a alguien o que tuvimos sexo. Una de las primeras veces que a menudo me viene a la memoria es la primera mentira. Bueno, la primera mentira consciente, de esas que se piensan, se desarrollan y que nacen con un propósito. Cuando eres muy niño nunca está claro lo que es un ensueño o lo que es una trola bien maquinada. A partir de este momento que voy a relatar, la línea se hizo más nítida.

Había ido esa mañana al zoo en una excursión del colegio. Llevaba puesto un vestido blanco con unos detalles multicolor en el bajo y en el bolsillo que tenía en el pecho. Justo en ese bolsillo fue donde comenzó todo. En el autobús de vuelta a casa mi compañero de asiento se quedó dormido después de aquel día de primavera repleto de emociones y bocadillos de tortilla. En ese momento de tranquilidad que siempre llega en los viajes de retorno, me di cuenta de que había algo pegado en el interior del bolsillo. Era un chicle masticado y no recordaba como podía haber llegado allí. Miré a Carlitos que, como todos los hombres en los momentos importantes, estaba dormido y pensé que de aquello tenía que salir sola y empecé a pensar una explicación razonable para el origen de aquella plasta pegada al bolsillo que me pudiera librar de la bronca materna. Por aquella época era muy famoso el oso panda Chu-lin que tenía una canción y todo. Yo había pasado del oso en cuestión y cuando tocaba hacerle la visita me quedé rezagada observando más rato a los leones que me parecían bastante mas interesantes. Encontré la solución en ese panda perezoso.

Cuando llegué a casa le relaté a mi madre con pelos y señales cómo había dado de comer a mi amiguito Chu-lin y como se dejaba rascar la barriga. También le ofrecí una descripción detallada de la manera en que el bicho escupió el chicle que me quitó de la mano porque se le quedaba pegado a los dientes, para terminar diciendo que ya era mala suerte que tuviera tanta puntería un ser tan poco desarrollado y marcase un triple justo en el único bolsillo del que disponía mi vestido. Mi señora madre me miró con el ceño fruncido y me dijo muy seria: “Estás mintiendo”. No se volvió a hablar de aquello y siempre que el oso bicolor salía en la tele o se nombraba en alguna conversación yo desaparecía de la manera más discreta posible.

Miento mal y eso lo sabe todo el mundo. Algunas veces lo hago y no me remuerde la conciencia, aunque no puedo dejar de recordar aquel día de excursión y los ojos de decepción de mi ma. Desde entonces tengo el pasatiempo de descubrir las mentiras ajenas. Quizás se un intento de venganza por mi carrera frustrada de mentirosa. Últimamente este entretenimiento me está aburriendo y cada vez me caen mejor los que mienten bien. Ahora, que a los malos mentirosos sigo sin soportarlos, no porque mientan, sino porque son más estúpidos que yo y me dejan pillarles. Mmmmm… estoy pensando que a lo mejor eso es lo que quieren y es una manera de sinceridad mucho más desarrollada.

Nota: Chu-lin falleció en 1996 víctima de una prostatitis tras un largo historial de enfermedades provocadas por una vida de excesos.
Nota2: Disculpas a todos los inconscientes que hayan sido capaces de hacer "clic" y escuchar la cancioncita.

viernes, 27 de febrero de 2009

Estaba tan obsesionada con no perder la gran oportunidad que iba repartiendo noes a diestro y siniestro por miedo a que un sí equivocado la alejara de su objetivo. Decía que no como quien tiene todo el tiempo del mundo. Empezó a dudar de su método cuando alguien le pregunto aquella mañana si quería un caramelo. Cuando estaba a punto de decir su no habitual porque ya se había lavado los dientes, comenzó a temblar preguntándose si mañana le ofrecerían otro o sería este el último. Durante unos segundos masticó la negación, lo pensó y por fin dijo casi susurrando: "Sí..." Y le entró el pánico.

domingo, 22 de febrero de 2009

Cerveza y frases


"Perhaps my best years are gone,
but I would not want them back.
Not with the fire I have in me now."

Samuel Beckett

Nunca soñó Beckett la gran gloria de que sus frases terminaran bajo vasos de cerveza en bares oscuros.

En el momento no entendí bien la sentencia, aunque me llamó la atención y tuve que sacarle un "retrato". Comprendí más tarde, cuando estaba ya en casa. Soy lenta para entender y negada para aprender. ¿Qué le hacemos?

sábado, 7 de febrero de 2009

Volar en sábado


Él dice que dedica la mañana de los sábados a volar. En realidad no miente, pero lo único que vuela es un caro juguete mientras él mira desde abajo y desea estar arriba. Tiene los pies anclados al suelo y sólo se permite soñar con lo que no se deja alcanzar. Dedica su vida a trabajar, conducir y "volar" mientras "guarda en la memoria la estructura de los labios incorrectos" como diría un cantautor relativamente inspirado en algunas letras. El poquísimo tiempo que le sobra lo dedica a esperar algo que tiene miedo a que llegue. Cuando llueve le entra la urgencia de conseguir su temido objetivo y el desasosiego termina en el momento de escampar. Como siempre el temporal acaba amainando, continúa su espera, buscando razones que le ayuden a ser paciente. 

sábado, 24 de enero de 2009

23 de enero de 2009

Hace como un mes una amiga estaba un pelín agobiada e hizo un largo viaje para tomarse un respiro y pensar en el camino a seguir. Curiosamente, a la vuelta trajo esta foto que tomó en la ciudad a la que fue. Ella no fuma, así que me la apropio en un día de esos que se ponen raritos.

Una corriente desde el pasado abrió de golpe una puerta ayer y hace un rato otra distinta. El niño se llamará Octavio al parecer. El maíz está bastante caro, algo así como 36 centavos el kilo. Me he enterado de que un ateo vuelve a creer. A alguien le ha hecho ilusión volver a ver fotos mías medio borracha en Chinchón. Me han llamado "sensei".  Joer, ahora tengo que dejar de contar las cosas raras que me han pasado hoy porque un golpe de viento, esta vez real, ha abierto una hoja de la ventana y no puedo cerrarla. A darme de hostias con la ventana toca ahora. Si cuando las cosas se ponen peculiares...

viernes, 9 de enero de 2009

Y nevó

Accesos a la ciudad colapsados, M-40 y A-2 cortadas, el aeropuerto cerrado, los trenes no llegan, el teléfono móvil falla, el coche patina y todos parecemos tontos y sonreímos. Bienvenidos a Madrid.



Por supuesto que me he revolcado en la nieve, he tirado bolas, he hecho fotos y me he calado hasta los huesos.

Han pasado más de ocho horas desde que cayeron los primeros copos y sigue nevando.


miércoles, 7 de enero de 2009

Maneras de decir

Algunas frases vuelven a la cabeza cada cierto tiempo y esta es una de ellas:

"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo"
Julio Cortázar

La verdad es que ni se me ocurre utilizar este tipo de citas literarias en mi discurso diario, así que para estos casos tengo otra:

"Te jodes y bailas"

Las comparaciones son odiosas y las dos sentencias en realidad no se parecen, aunque para mí pueden llegar a significar lo mismo. Tenía razón el barbas en eso de que hay que tenerlos bien puestos para aceptar que se ha perdido (para joderse) y no intentar excusarse ni buscar una solución. A partir de ahí empezar a bailar viene solo y para eso también hay que tener un buen par.

Como guinda, dejo un vídeo de una canción bastante naïf. Por esas contradicciones que suelo tener, me gusta y hasta me hace bien este tipo de mariconadas a veces. Dad gracias que no planté el "Dar es dar".


jueves, 1 de enero de 2009

Bicho Deseo

Mucha gente cree que poseemos un alma que nos diferencia de los demás y nos hace ser como somos. Yo creo más bien que nos componemos de diversos bichitos que nos recorren. No todo el mundo tiene los mismos habitantes ni los tiene igual de activos, así que ellos son nuestros verdaderos elementos diferenciadores.

Hoy voy a dedicar esta entrada a mi bicho Deseo. Me cae bien el tipo. Es peligroso sacarlo de compras si está demasiado despierto porque a menudo pide cosas y raras y a veces además caras. La otra mañana no se portó demasiado mal y sólo pidió un lolipop y un pollito saltarín igual que los que tocaban en las tabletas de chocolate hace años. Entonces Deseo no quería esos pollos y se había empeñado en una muñeca que casi nunca salía de premio. 

Mi animalito y yo generalmente no nos llevamos mal, aunque tal vez tenga que aprender a darle más caprichos. A menudo el pobre se enfurruña porque le llevo la contraria y he de reconocer que casi siempre es él el que lleva razón. El asunto que nos trae más discusiones es el tema hombres. Intento explicarle que tenemos que buscar un buen chico, guapetón y honesto a pesar de que no sea muy brillante. A él le siguen gustando tíos no demasiado agraciados físicamente, pero que con un gesto o una palabra le hacen volverse hiperactivo. Como es tan cabezón al final se saldrá con la suya. Y bueno, cosas que hay que hacer por tener contentos a los amigos.