jueves, 30 de diciembre de 2010

Que no importe

Un día te levantas con la firme decisión de que la caída no importe. Sabes que es mentira y que el momento de tocar el suelo será doloroso. Te repites: "Que no importe, que no importe". Sólo hay que decirlo las veces suficientes para coger el impulso justo y lanzarte. Una vez iniciado el descenso ya no tienes que pensar nada porque no hay vuelta atrás. Ya volverás a devanarte los sesos cuando veas la importancia del golpe.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Meseta

A los pocos meses de estar en prisión, Valentín ya había olvidado cuál era el motivo de su encarcelación. Pasaba los días imaginando mesetas y llanuras por las que correr hasta la extenuación. Al principio era lo único que le calmaba y le devolvía el ritmo tranquilo a su respiración. A medida que el tiempo pasaba y el guardia gritaba más, esas imágenes que le habían reconfortado le producían desazón y esa desazón se fue convirtiendo en miedo. Se veía en mitad de un erial, sin caminos ni carreteras, solamente con el horizonte al fondo. Seguía corriendo por esos paisajes como los primeros días, pero se detenía a cambiar el rumbo a cada rato pensando que daba igual la dirección porque no llegaba a ningún sitio. Poco a poco, con el fin de evadir esa angustia, empezó a concentrarse en la imagen de los barrotes y hoy pasa las noches agarrado a ellos para no sentirse perdido en la meseta.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Gracias...

a los que me regalaron novelas y canciones que no conocía.

a los que pudieron ser y no fueron.

a los que quise querer.

a los que me dejaron mierda porque tuve que aprender a hacer limpieza.

a los que se engañaron o me engañaron.

a todos los que me acompañaron un rato y me enseñaron a seguir sola.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mis problemas con los trenes

Cada mañana subo en la estación de "Todavía no" y ya es costumbre quedarme dormida en el trayecto. Cuando despierto justo llegamos a "Ya no". Espero estar algún día más atenta.



domingo, 7 de noviembre de 2010

La coraza

Manolo Escobar lleva años buscando su carro, yo, mi coraza. Todo el mundo parece verla y yo ni me entero. Alguien que fue un gran amigo en su momento (hoy no lo sé) se tatuó una como debajo de piel rasgada. Otros se musculan hasta construirse una. Y la chica de este poema usa su frente como protección. La mía es como el famoso carro, todo el mundo habla de ella, pero yo nunca la he visto.


¡Impenetrable es tu frente, cual un muro! 
Tan cerca de los ojos, ¿cómo retiene preso
tu pensamiento?, ¿cómo su recinto es oscuro
bajo el cabello de oro, sobre el radiante beso?

Con la movilidad mágica de tus ojos,
la fijeza de dardo de los míos esquivas;
a veces, brillan dentro como ponientes rojos,
a veces, como rápidas estrellas pensativas...

¡Mujer, que yo lo vea! Libra de sus penosas
dudas a esta constante nostalgia de mis penas;
¡quiero saber si tu alma es un jardín de rosas,
o un pozo verde, con serpientes y cadenas!
                   
                                                         Juan Ramón Jiménez      Poemas mágicos y dolientes (1911)

domingo, 31 de octubre de 2010

De otras cobardías

Como no me gusta el riesgo, sólo me lanzo cuando la hostia es segura. En este caso, además, se prevé de dimensiones apocalípticas.

jueves, 28 de octubre de 2010

Un viaje

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.

                                                                            Luis Cernuda
Querer divertirse, volver al Lucky, abrir un nuevo "sí" cada día y bañarme en preguntas sin respuesta. ¿Te vienes?

domingo, 10 de octubre de 2010

Cobardía verbal

Bien sabido es que no me llevo demasiado bien con Mme Mentira. Durante años he convivido con su hermana pequeña Mle Piadosa. Del mismo modo que la tradición se ha puesto siempre de parte de Abel, nosotros salvamos a la mentira piadosa de la quema moral por más injusta que sea. Como decía, yo la he tolerado y la he ejercido sin ningún tipo de remordimiento. Cada vez he tenido más conflictos con esa familia, por lo que tuve que desterrar también a la benjamina y mudarme con el primo lejano Silencio. Cierto es que para mí es mucho más cómodo vivir con varones y mucho más si, como en este caso, son calladitos. Desde que sé que todos ellos forman parte del mismo clan, tuve que arriesgarme a seguir sola y continuar el camino sin más compañía que una boca enorme. 

No me engaño, no ha sido por generosidad ni por valentía. Creo firmemente que la cobardía debería ser un derecho constitucional hasta que nos paguen un plus de peligrosidad en cada uno de nuestros actos, pero a la cobardía verbal no le veo cabida en ninguna Carta Magna. Por más vestida de piedad o de silencio que la presentemos, una trola es una trola y añadiría más, una falta de respeto. No tengo nada en contra de que me mientan siempre que lo hagan con malas intenciones. Si el fin es malo, los medios no tienen por qué ser honestos. Si me quieren hacer un bien, veo imposible que nadie lo logre a través de una traición. El asunto es simple, ¿no?


Anexo del 14 de octubre: Nikhil y Sandip
Anteanoche empecé "La casa y el mundo". Nunca me había llamado la atención Tagore por la cantidad de citas suyas que circulan y hasta ahora no había leído nada. El caso es que me encontré con estos dos personajes con puntos de vista muy diferentes sobre esto. Que hablen ellos.
Nikhil: Tenía la vanidad de creer que podría contemplar la verdad en toda su desnudez, lo cual era tentar a Dios.
Sandip: Preferiría no ocultar nada; ocultar es cobarde. Pero si no pudiera resolverme a disimular cuando el disimulo se impone, sería también cobarde.
Empieza a caerme bien Tagore, muy mal Nikhil, que se parece demasiado a mí y Sandip no sé.





martes, 5 de octubre de 2010

Elvira desnuda

A Elvira siempre le gustó la poesía, pero tuvo que ser después de criar a dos hijos y divorciarse de su marido, cuando pudo dedicarse a disfrutarla. Está empezando con autores claros, en los que los sentimientos rebosan las palabras y no hay que buscar el significado de enrevesadas metáforas ni de términos cultos en desuso. En los últimos días está completamente entregada a Benedetti, y como se enteró que Serrat puso música a algunos de sus poemas, escucha esta canción-poema varias veces al día.



"una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte."

Habló con su hijo Manu para ver si el sentía así a las mujeres. Como ya sabemos que este chico es poco claro y tiende a divagar, no le dio una respuesta satisfactoria, pero sí pensó una pregunta que le satisfacía más a él y fue cuando vino a verme . Quería saber la razón por la cual ese poema llamaba la atención de una mujer, en este caso su madre, cuando era algo escrito para conmover a los hombres. ¿Cómo explicárselo si al hacerlo corría el riesgo de desnudar de manera no literal al resto de las mujeres, teniendo en cuenta además que yo soy una de ellas. No me pareció correcto aclararle que todas las que en algunos momentos hemos sido "mujeres desnudas y en lo oscuro" tenemos miedo a no serlo más en el mismo grado que tenemos ganas de repetir ese personaje. Una mujer desnuda en el poema es el deseo completo, no solo sexual, es la respuesta que muchos hombres buscan, pero para ello no sirve cualquier mujer, eso no se produce en cualquier encuentro ser "mujer desnuda y en lo oscuro" es lo que toda mujer quiere ser y lo que todo hombre quiere tener. Para rematar el enredo habría que decir que también los hombres quieren ser "hombres desnudos en lo oscuro" y las mujeres poseerlos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Entero

Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él.  Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura:  "No se le quebrará hueso alguno"
 Juan (19:31 a 36)
Al final todo es una cuestión estética. Unas piernas rotas, un crujido de huesos o un grito de dolor pueden fastidiar cualquier historia.

martes, 7 de septiembre de 2010

La visita

Está instalado en mi sofá y yo, entretanto, se supone que he venido a mi cuarto a hacer una llamada de teléfono. Sabe que miento. No me gusta hablar por teléfono así que sólo lo hago cuando no tengo ninguna excusa para retrasar el momento y, teniendo en cuenta que hay un amigo aguardándome en el salón, no es el caso. Me escondí para tener tiempo de adivinar que es lo que está esperando exactamente de mí. Ojalá no sea consejo.

Ha estado casi una hora tratando de explicarme su miedo. Nunca sé si Manuel habla completamente en serio o está ensayando uno de sus personajes. Al menos si estuviera segura de cuando habla en broma… Todo lo cuenta con cierto desapego. No es que sea alguien que pasa de todo ni que mira su vida con indiferencia, es, simplemente que para poder expresarlo necesita transmitirlo con distancia y ciertos toques de humor.

Sabe que ha sobrevivido incluso a su inacción y que ahora que tiene la fuerza suficiente para coger impulso y salir de ella, lo que le aterra es que el mundo se vengue de él escupiéndosela en la cara. O lo que yo interpreto: que una vez que él decida poner otra vez en marcha el mecanismo de su vida, encuentre que cualquier esfuerzo que haga sea inútil, como cuando en los sueños intentamos correr y no avanzamos, impidiéndole ir más adelante en su camino y, lo que es peor, no dejándolo tampoco retroceder.

Ahí me llama. Que sí, que ya voy. El cabrón no me da tregua ni se la da a sí mismo. Le ofreceré un café para ganar unos minutos más que, aunque tampoco me servirán de nada, por lo menos me enfrentaré de nuevo a él con una taza caliente entre las manos, que siempre reconforta un poco.

martes, 10 de agosto de 2010

(Re)cambio

Ya no tenía mucho sentido lo de "A tomar por culo la bicicleta" ni lo tiene el título actual. Es lo que hay. Aparte de eso sigue todo igual.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El tríptico


Abierto dice muchas cosas. Cerrado puede decirlo todo.

jueves, 29 de julio de 2010

Soluciones

En el fondo de todo no está la cantidad de problemas sino el ingente número de soluciones. Nos cuesta, pero la cuestión a resolver tarde o temprano la encontramos. A partir de ahí el siguiente paso está claro, ¿no? Buscar una solución. Dicen que el que busca encuentra, lo que no dicen es que se terminan hallando demasiadas cosas. Con las soluciones también pasa, de modo que al principio sólo tenías un problema y ahora lo sigues teniendo además de varias opciones para paliarlo. En un laboratorio, el método ensayo y error da buenos resultados. Ahora, ¿lo habéis probado fuera de una atmósfera controlada? Cada experimento fallido que hacemos nos lleva a provocar más problemas que, a su vez, generan una cantidad indeterminada de soluciones. De esta desazón se libran tres tipos de personas: los que tienen mucha suerte y aciertan la respuesta correcta a la primera (la ventaja de estos es que además suelen acertar en las quinielas), los que se empeñan en que su solución es la correcta aunque tengan que contradecir las leyes de la lógica y la física para afirmarlo y aquellos que  prefieren no enredar y quedarse con su problema que, total, no les complica tanto la existencia. El resto ensayamos y erramos hasta que nuestras fuerzas o nuestra salud mental nos lo permiten, momento que, por otro lado es imposible de predecir.



sábado, 17 de julio de 2010

Más de lo mismo

Y otras veces es el pasado el que te hace una llamada y después de colgar no paras de darle vueltas a todo lo que has hecho y, sobre todo, a lo que has dejado de hacer, desde que ese pasado era presente hasta hoy. En ese punto sólo queda esperar a que todo vuelva a su lugar y ver si podemos crear nuevos puntos de partida.

martes, 15 de junio de 2010

Del pasado

Visitar el pasado es como intentar enfundarte unos pantalones de la talla treinta y seis que usabas hace siglos. El tiempo ha transcurrido para ambos: tú no entras en algo tan pequeño y ellos ya no están a la moda. Aún así no puedes evitar hacer un último esfuerzo por ponértelos. Total, si en unas semanas puedes perder varios kilos y los vaqueros de campana se pueden convertir en pitillo con hilo, aguja y un poco de buena voluntad.

Después de quince días de dieta espartana y haber hilvanado las perneras para estrecharlas, lo vuelves a intentar. No, no cabes. Bueno, en un mes podrían abrochar, pero, aunque arregles lo de los campanolos, el tiro es demasiado alto y están definitivamente pasados de moda.

Lo lógico después de esta última aventura es que la prenda termine en la basura, cosa que casi nunca ocurre. Casi con toda seguridad doblarás los pantalones, los guardarás en un lugar poco accesible pensando que quizás algún día volverás a pesar cuarenta y nueve kilos y, milagrosamente, el tiro alto y la pata de elefante volverán a ponerse de actualidad. Es el último resquicio que nos queda para no dar otra batalla por perdida.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Menú McGuffin con patatas y Coca Cola light

Todos sabemos que para encontrar la respuesta adecuada lo primero es encontrar la pregunta pertinente. Hoy oía (porque lo que es escuchar no lo estaba haciendo) a alguien hablar sobre una serie televisiva de la cual no he visto ni un sólo capítulo. Mi cabeza mientras estaba reflexionando sobre un asunto tan importante como la combinación de mi bolso nuevo con unas sandalias que vi en un escaparate. Pronto llegué a la conclusión de que mi bolso había sido una gran inversión porque me servía tanto para esas sandalias como para otras que ya tengo. En ese momento perdí la excusa que tenía para no prestar la más mínima atención al discurso del petardo de turno. Lo primero que escuche claramente fue: "Al final todo era un puto McGuffin". Por supuesto que el conocimiento de ese término no estaba dentro de mi limitado acervo cultural. Por el contexto pude deducir más o menos de qué se trataba, pero para asegurarme acudí a San Google y encontré esto.

Una frase de un pedante suburbial me dio la pregunta "¿qué coño será un McGuffin?, que era justo la que me llevaría a saber qué es lo que me hace falta. Era sencillo: yo quiero uno de esos, aunque suene a menú de hamburguesería. Antes de ponerme a buscar el mío estuve observando el que tienen los demás. Conozco mucha gente que para esto tiene el amor, el desamor, su pareja, su familia.... Otros su carrera o la acumulación de objetos modernísimos carísimos. Veamos, quizá alguno de los suyos me pueda servir a mí. Queda desechado el McGuffin de tipo sentimental, que a veces termina engullendo la trama entera y mi vida es muy sencilla como para que un simple pretexto se la lleve toda. Lo del modelo material tampoco me convence, no creo que el afán por tener cosas, dinero o éxito vayan a hacer un argumento interesante en mi caso porque mi interés por conseguir esas cosas es mucho menor que pereza. Acepto cualquier sugerencia sobre mi McGuffin ideal y si no se hace la luz, se lo pediré a los reyes el año próximo a ver si hay más suerte.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Poca cosa,

¿por qué te escondes si nadie te busca? Bueno, por ahí no te quieres dar cuenta de eso.

jueves, 29 de abril de 2010

El examen

Anoche soñé que volvía a la universidad. Tenía que hacer un examen conjunto de latín y griego. Junto a mí, una amiga en parecida situación y, subida a la tarima con aire prepotente, una de las compañeras más mediocres y anodinas con las que me topé. Mi amiga y yo nos miramos sorprendidas porque nuestro destino (al menos académico) estuviera en manos de semejante ser. Nuestra indignación va en aumento a medida que leemos las preguntas y soportamos la mirada de la nueva profesora. Bastante rato después me doy cuenta de que yo ya había terminado la carrera hace años y que no tenía que estar ahí, mucho menos para rendir cuentas a esa persona. Aún así, me quedo quieta hasta que mi compañera de fatigas se levanta y abandona el examen al verse en la misma situación que yo. La veo marcharse, pero yo me quedo. Ahí me despierto.


Cada psicólogo aficionado que interprete lo que quiera. Por mi parte entendí que el mayor rencor nace cuando quien acaba por encima de ti es alguien a quien consideras inferior. No es porque la situación nos parezca injusta, sino porque en el fondo sabemos que los responsables de esa situación somos nosotros en última instancia. Lo malo es que nos solemos calmar pensando en nuestra superioridad y no hacemos nada. Bueno, sí que hacemos, dejamos que el otro gane y nos convencemos de que perdimos porque quisimos.  ¿Quién es el mediocre entonces?


martes, 13 de abril de 2010

Copy & paste

A veces me pongo muy zorra:

"Viendo una zorra unos hermosos racimos de uvas ya maduras, deseosa de comerlos, busca medio para alcanzarlos, pero no siéndole posible de ningún modo, y viendo frustrado su deseo, dijo para consolarse: -Estas uvas no están maduras.
A veces se manifiesta no apetecer lo que se ve imposible de conseguir."

sábado, 20 de marzo de 2010

Dormir sin sábanas

Hola, soy Manuel. No hace mucho me enteré de que esta petarda, que dice ser mi amiga, ha ido publicando cosas sobre mí y mi familia.  Me encanta que hablen de mí y creo que, no importa si acertadamente o no, aquí se ha hablado  desde el cariño. Para ella soy como me ve y ella para mí es lo que yo veo. El mundo es así de simple. Si matase a alguien, su imagen de mí cambiaría. Si fuera feliz, también. Ambos supuestos son muy poco probables aunque yo sé que, si se dieran, Manuel García seguiría siendo el mismo. Sí, eso es. Esa certeza invalida todo lo demás. La gente espera y teme cambios en su vida. Yo sé que no importa. 

Ahora estoy absolutamente solo. Desde que se fue Sonia no he vuelto a estar con nadie. No soy más desgraciado que antes, tampoco más feliz. Me da miedo. Se supone que me tenía que dar cierta seguridad saber que tengo algo inmutable, eterno de algún modo. A mí me acojona. He hablado con Ele de esto y ella, que a veces es bastante ingenua, cree que todavía no estoy perdido del todo, que soy recuperable. Es su manera de demostrar que le importo. Quizás sea desagradable escucharlo, pero yo sé que si un día la pierdo a ella o a cualquiera, no va a pasar nada. Después del llanto, del pataleo, nada. Yo otra vez. Nunca deberíamos darnos cuenta de estas cosas. 

Llevo dos noches durmiendo sin sábanas. Ningún ser civilizado se plantearía dormir sobre el colchón desnudo y ahora entiendo por qué: nadie quiere comprobar que se puede dormir sin sábanas.

domingo, 7 de marzo de 2010

Pobrecita la fea

Todos conocemos a alguna chica poco agraciada a la que un tío le hizo sentir especial y luego la dejó tirada. Posiblemente algunos de vosotros os habréis sentido la fea más de una vez. Estamos de acuerdo en que son historias previsibles y con poca intriga. Si nos enganchan es porque todos llevamos a esa chica dentro. No tengo gran predilección por las víctimas y casi siempre se lo buscan ellas mismas por ilusas. El caso es que ahora estaba pensando en una fea concreta (no, no soy yo) y me da lástima. Hay gente que evita ir al cementerio para no enfrentarse con la verdad de lo que es. Del mismo modo yo no quiero escuchar más historias de feas.

viernes, 26 de febrero de 2010

Recuerda que..

ninguna decepción es tan profunda como la de darte cuenta de que las cosas no son nada más que lo que parecen.

martes, 16 de febrero de 2010

Me caigo y ¿me levanto?

"no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está"




Una buena manera de evitar recaer es no volver a subir nunca, cosa que, por otro lado no te salva de seguir descendiendo. La inercia de continuar cayendo puede ser más cómoda que enfrentarse al miedo de volver a perder altura. Puedo intentar, e incluso conseguir, no tropezar dos veces con la misma piedra, pero siempre habrá pedruscos nuevos. Total que si sigo tirada en el suelo mirando la la roca que me hizo tropezar podré estar segura de no encontrarme otra. Como ya se me hace tarde y en algún momento tendré que continuar el camino, aprovecho para incorporarme ahora que ya he perdido todo interés por seguir observando lo que me hizo darme de bruces contra el suelo. ¡Joder!, me fastidia saber que en cuanto vuelva a estar en pie habrá otra puñetera piedra esperando mi torpeza.

martes, 9 de febrero de 2010

Sabiduría oriental

Y me dijo la galletita de la suerte:

"Sabrás que el momento ha llegado cuando llegue"

¡Estúpida galleta! Soy despistada. Necesito que alguien me avise.

domingo, 7 de febrero de 2010

Felinos


"Lloverá
y ya no seré tuya..."

Un gato que se traga su orgullo suele terminar lamiéndose las heridas.

miércoles, 13 de enero de 2010

Bicho Rabia

Tiene púas como un erizo, ojos de felino y aúlla igual que un lobo. Sale de su jaula cuando Bicho Deseo se siente frustrado o yo tengo que aguantar a estúpidos subidos a podios de ignorancia desde donde miran por encima del hombro a los demás. Definitivamente este ser no es buena gente. A menudo se encabrona y de un grito puede espantar al resto de animalillos que me recorren por dentro. Su alma es de diva y no ha llegado nunca a perder las formas, aunque le dejo que enseñe los dientes en ocasiones. Quizás algún día llegue a morder. Sinceramente, no pienso pararlo si lo intenta.

jueves, 7 de enero de 2010

Saldo

Yo no gané nada y tú perdiste más de lo que puedes imaginar. Todavía me apetece bailar desnuda cuando salgo de la ducha, así que sigo en pie. Los dos nos jodemos, pero yo sigo bailando.

domingo, 3 de enero de 2010

De arrepentimientos


Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
Ni le bien qu'on m'a fait, ni le mal
Tout ça m'est bien égal
Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
C'est payé, balayé, oublié

No soy tan tonta como para arrepentirme del mal que me han hecho porque sólo el tiempo decidirá si fue más el daño que el beneficio recibido. Tampoco soy tan cínica como para arrepentirme del dolor que pude causar si no fue esa mi intención. Sólo puedo pedir disculpas si alguna vez lastimé de manera premeditada y asegurar que no tengo conciencia de que esto haya ocurrido en los últimos tiempos.